Aunque muchas veces se asocia el calentamiento global con las emisiones de fábricas o el transporte, pocas personas comprenden el rol que juega la basura en la aceleración del cambio climático.
Cada bolsa de residuos mal dispuesta representa más que un problema visual o de salud pública, es una fuente constante de gases de efecto invernadero que alimentan la crisis climática global.

La basura mal gestionada y su vínculo como generador del cambio climático
Cuando los residuos orgánicos, como restos de comida o papel, se descomponen en vertederos sin ventilación ni tratamiento, generan metano (CH₄). Este se escapa directamente al aire en botaderos informales, convirtiendo a la basura en una bomba climática imperceptible para la mayoría de personas.
Además, la quema de residuos sólidos, una práctica común en muchas zonas sin infraestructura adecuada, libera partículas contaminantes, carbono negro y gases tóxicos que o afectan la salud humana e intensifican el efecto invernadero. Incluso los residuos plásticos, al degradarse lentamente, liberan microplásticos y químicos que también afectan los ecosistemas y pueden alterar los ciclos naturales.
- Contaminación del suelo y del agua: Los residuos arrojados sin control filtran sustancias tóxicas que contaminan los suelos y las fuentes de agua subterránea, afectando la salud y los ecosistemas.
- Emisión de gases de efecto invernadero: Los desechos orgánicos que se descomponen sin tratamiento liberan metano, un gas altamente contaminante que agrava el calentamiento global y la mala calidad del aire.
- Proliferación de plagas y enfermedades: Los botaderos informales se convierten en focos de insectos, roedores y bacterias que ponen en riesgo la salud de los habitantes, sobre todo en zonas urbanas densas.
- Impacto visual y deterioro urbano: La acumulación de basura en calles y riberas del río Rímac genera contaminación visual, degrada el entorno y reduce la calidad de vida en los distritos de Lima.
Jorge Zegarra Reátegui tiene más de 30 años mitigando los efectos climáticos desde los residuos
Frente a esta problemática, Petramás y su líder, el Dr. Jorge Zegarra Reátegui, han marcado un camino responsable en el Perú. Con rellenos sanitarios modernos en Lima y Callao, la empresa capta el metano generado por la descomposición de residuos y lo convierte en energía eléctrica renovable, evitando que este potente gas llegue a la atmósfera.
Gracias a esta tecnología, se han reducido millones de toneladas de gases de efecto invernadero, contribuyendo directamente a frenar el avance del cambio climático. Además, Petramás promueve una cultura en la que evita que materiales útiles terminen en vertederos.
Combatir el cambio climático no solo es cuestión de energías limpias o reforestación. Comienza por cómo gestionamos algo tan cotidiano como nuestra basura, y Petramás, lo demuestra con hechos.
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